Paco Etxeberria nos recibe en su despacho de la Facultad de Medicina de la UPV, en donde imparte clases, y antes de que tengamos opción a comenzar la conversación, el forense de de la Sociedad de Ciencias Aranzadi insiste por activa y por pasiva que le "disgustan" los protagonismos. Ya lo dejó claro en la cita telefónica para la entrevista cuando recomendó a los periodistas que sería más interesante entrevistar a algún miembro de la alguna Asociación de Familiares de Víctimas de la Guerra Civil para tratar el tema de la Memoria Histórica, pero lo que pretendíamos era trasladar una visión más global. Y si alguien puede trasladar la citada visión global es quien se ha convertido en la voz de Aranzadi, la institución que ha estado a pie de obra en la exhumación de cadáveres, la mayoría repubiclanos, de personas asesinadas durante la Guerra Civil y la posterior represión.
Pero los hechos son tozudos, y lo cierto es que el equipo de Aranzadi es la clara referencia estatal a la hora de llevar a cabo las labores de exhumación, el "cómo murieron", como quiere dejar meriadianamente claro Paco Etxeberria, pero no "el por qué murieron", una labor que todavía está en mantillas, "y que corresponderá a los historiadores en su caso pero que, obviamente, es algo que hay que hacer". Lo cierto es que en ese apartado de la criminalística, la sociedad de estudios vasca fue la pionera cuando ahora hace diez años Emilio Silva, actual presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, decidió que ya era hora de callar y se llevó a cabo la primera exhumación de una fosa en León. El abuelo de Emilio fue fusilado por los franquistas, "y una de las cosas que más me impresionó de este caso es cómo encontramos viejas fotos de él en la investigación y nos encontramos con una foto en la que encabezaba una manifestación con una pancarta en la que se leía Queremos una escuela…, eso era todo lo que pedía", afirma resignado.
Diez años después ya se han abierto 223 fosas en todo el Estado, con la recuperación de restos pertenecientes a más de 5.000 asesinados, muy lejos de los 130.000 nombres con lo que el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón pretendía abrir una vía de amparo y tutela judicial que ha quedado en agua de borrajas con su posterior recusación. Recuperar esos 130.000 cuerpos de las cunetas "es una utopía absoluta y no debemos crear falsas expectativas porque después de tantos años hay lugares que ya no existen, se han construido carreteras o viaductos encima y eso no se podrá lograr". Cuando se le recuerda que Aranzadi ha estado a la cabeza de muchas de las labores de exhumación, Etxeberria insiste en que, "ni somos pioneros ni somos los únicos, simplemente somos los técnicos de todo este asunto que tratamos de dar luz sobre la forma en que murieron, nada más".
Y es en este punto en donde entra el torrente explicativo y didáctico del apasionado forense de Aranzadi con las tres palabras mágicas que son el meollo de la cuestión; verdad, justicia y reparación. El símil que utiliza Etxeberria es extraordinariamente didáctico: "A las víctimas siempre hay que darles lo que no tienen. Las víctimas del franquismo han tenido reconocimiento, porque se les han hecho homenajes populares e institucionales pero no han tenido verdad, porque no se han investigado las causas de sus muertes, ni por supuesto han tenido justicia. Hay víctimas de otras violencias que no tuvieron esa reparación del reconocimiento popular pero sí que tuvieron verdad sobre los hechos y una Justicia que condenó a los autores. Estamos exhumando cuerpos añade pero alguien tiene que explicar por qué ocurrió y abrir las causas judiciales correspondientes".
Cuando habla de la Justicia, Etxeberria se muestra dolido de que en tan solo cinco de los 223 casos en donde se han abierto fosas comunes se hayan abierto diligencias judiciales, "y eso que nosotros siempre que actuamos en una fosa ponemos el hecho en conocimiento del juzgado correspondiente pero en solo cinco ocasiones, como en Donostia (en referencia al caso de los tres cuerpos que aparecieron en las obras del Puente de Hierro), han actuado. Lo lógico sería que nosotros trabajásemos sobre un perímetros acordonados por policías bajo mandato judicial, pero no es así".
Paco Etxeberria insiste en que esto sería, la intervención de la Justicia, la medida lógica, "en cualquier Estado de Derecho. Primero, la intervención judicial y después ya veríamos si los responsables han muerto o si los delitos han prescristo, que suele ser el argumento más recurrente aunque hay que recordar que los delitos de lesa humanidad, como son el secuestro y la desaparición, no prescriben nunca". Etxeberria tiene claro que lo que pretendía el juez Baltasar Garzón era dar "amparo y tutela judicial a lo que no lo tenía". También tiene claro que la causa abierta por la Audiencia Nacional no volverá a ser reabierta y que, "nadie ha querido salvar al juez Garzón", aunque no cree que la memoria histórica haya sido el objetivo de los querellantes contra Garzón, "sino el propio juez".
Etxeberria se muestra apasionado en su argumentario, especialmente en lo referente al derecho a saber que tienen los familiares de las víctimas. "Yo siempre suelo decir lo mismo y es que queremos construir la historia del pasado en base a los intereses del presente y y eso no puede ser. Hay que saber continúa lo que ocurrió con el máximo detalle posible, porque es lo que quieren las familias de las víctimas". El forense de Aranzadi considera inaudito, "que ni siquiera exista una ventanilla de atención a los familiares de las víctimas donde estas puedan leer en un papel el nombre de su padre o abuelo. Eso es importantísimo para ellos pero no existe".
Igual de inaudito que no se hayan iniciado acciones judiciales. "Esto, que hay 130.000 cadáveres en las cunetas y que no se ha investigado nada, lo cuentas fuera y no te creen, no se lo pueden creer, pero así es". Etxeberria tiene claro que la causa de todo esto "es que aquí no hubo una ruptura, sino que lo que hubo fue un tránsito. Y es cierto que cuando llegaron los socialistas hubo cambios importantes en aspectos como la sanidad, educación, protección social…etc. pero lo único que no se tocó fue Interior. Hasta el propio Belloch se quedó asustado con lo que se encontró cuando llegó a ministro entrados los noventa".
En este punto, Paco Etxeberria relata la anécdota de una mujer de Irun que estuvo exiliada durante el franquismo y cuando llegó la democracia volvió e, "intentó abrir una fosa con quince desaparecidos en Palencia en la que había algún familiar suyo. Pido ayuda a las instituciones y no obtuvo más que rechazó pero, incluso, lo hizo con su propio partido, un partido de izquierdas, y le dijeron que era mejor no mover nada el pasado. Ella no se lo podía creer, se preguntaba ¿A qué país he venido?, y al final se gastó 300.000 pesetas de las de entonces de su propio bolsillo y exhumó 150 cadáveres con sus propias manos".
A pesar de todo, el presidente de Aranzadi cree que algo se está moviendo "porque llegar a dónde hemos llegado era impensable hace diez años. Ahora explica a la gente no le parece tan raro lo que estamos haciendo como hace diez años y está claro que esto es un avance aunque falte mucho". Además, según afirma Etxeberria, "vivimos en una sociedad rica, opulenta y en las sociedades ricas y opulentas la atención a las víctimas, sean víctimas de lo que sean, está en auge y seguirá creciendo".
En sus diez años de peregrinaje por las cunetas que hace más de 70 años fueron el escenario de una matanza sin precedentes, Etxeberría no puede olvidar las entrevistas con los familiares de las víctimas. "La clave de todo está en los sentimientos de los entrevistados", afirma sin dudar aunque lo que de verdad le ha llegado a trastocar sus propios sentimientos, "es escuchar cómo algunos familiares te llegaban a decir que durante mucho tiempo creyeron que sus padres eran unos canallas y que estaba justificado lo que hicieron con ellos por todo lo que les contaban. Eso resulta impresionante", concluye el forense como queriendo recordar lo fundamental que resulta mantener siempre viva la memoria.
Publicado en Noticias de Gipuzkoa el 28-11-2010
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