sábado, 24 de noviembre de 2007

El último libertario

Guardo como oro en paño un póster enmarcado que me regaló mi hermano hace años. No soy mitómano... con excepciones. En el póster, Fernando Fernán-Gómez, junto a Maradona lo más cercano a Dios, regalaba al público donostiarra el saludo ácrata en la entrega del Premio Donostia de 1999. Un resumen de toda una vida desde que pisó un escenario de la mano de un grupo de teatro de la CNT en tiempos de la República. No voy a enumerar aquí todo lo que ha hecho este sabio de una estirpe que ya no queda encima de un escenario. Valga decir, que hasta en las españoladas con Alfredo Landa estaba sublime. De haber nacido en Chicago, o bien le habrían metido directamente la inyección letal o montaría partidas de ajedrez con sus colegas con las estatuillas de los Oscar. Era un artista total. Un tipo sensible, recto y generoso que tuvo que observar cómo a su alrededor iba surgiendo un mundo virtual de cutrez generalizada. Por eso, forman parte de su leyenda sus arrebatos como autodefensa ante la dictadura de lo políticamente correcto. Viendo a la gente desfilar ante su cadáver cubierto con la bandera anarquista, me quedo con otro tipo entrañable, uno de los suyos. Un Manolito Aleixandre desencajado al que se le ha ido su referencia, su colega, su compañero de correrías con las putas de lujo en los cabarés madrileños de posguerra. Tenían que haber sacado su cuerpo a hombros por los tugurios de la capital, con guión de José Luis Cuerda y Manolito Aleixandre de secundario encabezando la comitiva de las gentes del buenvivir. Hubiera sido su mejor epitafio. Salud y Libertad.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Muerte en el Tajo

No puede ser que un obrero hernaniarra de 53 años acabe muerto mientras se ganaba el pan de los suyos en el tajo de una obra que estaba sin apuntalar. Ni que un electricista de 22 años de Elorrio acabe abrasado vivo por la explosión de un depósito de magnesio que mandó al hospital a otros cinco compañeros del fallecido. Ni tantas y tantas que llevamos este año en Euskadi. Esto se está convirtiendo en una auténtica lacra social y como tal habrá que afrontarla. Como la violencia de género. Ni más ni menos. No nos podemos acostumbrar a ir a la cola de Europa en materia de seguridad laboral y seguir con el reaccionario argumento de que los obreros son unos imprudentes o beben vino antes de subir al andamio. Y no digo que no los haya, porque los hay, pero digo que mientras que aquí la imprudencia de un trabajador que se aproxima en exceso a la máquina cortadora se paga con la muerte, en Alemania la que se para es la máquina cuando el currela se acerca demasiado. Ésa es la diferencia y ahí hay que atacar. Inversión en seguridad laboral. Hasta estaría a favor de que se les rebaje a las empresas aún más el Impuesto de Sociedades si el diferencial va a parar a asegurar la vida de los trabajadores. Y de una vez por todas, por favor, ya basta del siniestro baile de datos contradictorios cuando estamos hablando de vidas humanas en función de que hablen los sindicatos o la administración. Un muerto en el tajo es un muerto en el tajo aquí y en Sebastopol. El problema es que aquí estamos cogiendo una carrerilla de acojonar. En esto somos de Champions League y no es motivo de orgullo para nadie.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Qué añito llevas, Juancar

La verdad es que llevas doce meses para olvidar, Juancar, que no habías tú tenido tantos disgustos desde que algún año te levantaron las regatas con el Bribón. Primero fue el famoso oso aquel de Rusia, que te famaste con lo de ir a cazar al osito. Llegó después lo de El Jueves y toda la movida subsiguiente. A continuación, Anasagasti, siempre al quite, metiendo el dedo en el ojo. Empezaron a quemar los catalanes tus afotos, Federico, que una vez dijo de ti que tenías una deriva sociata e independentista, repito, independentista, te pide que abdiques porque rompes ¡¡¡Egpaña!!! A continuación se monta el pollo con Esperanza Aguirre a cuenta del ínclito Federico y, para rematar el añito, te embroncas como un tabernero con Hugo Chávez. Que yo te entiendo, Juancar, que con el jet-lag ese de los cojones, llegas a la cumbre, intentas sestear ligeramente cual Coleman en rueda de prensa, te tienes que tragar al soso de ZP hablando de los pajaritos pio-pio y en plena siesta abre la boca el venezolano y es lógico que te encabrones. Porque, la verdad, a los líderes de la izquierda latinoamericana no les alumbró el don del silencio. Porque el Chávez, amén de populista, es un brasas que no tiene nada que envidiar a su admirado Fidel. Yo que tú, Juancar, bajaría un poco el nivel de apariciones que cuando todo se tuerce, el tema no tiene solución. Te iba a decir que te vayas de regatas pero mejor no, que te nos ahogas. A esquíar, pero casi que tampoco, que fijo que te escoñas. Ya esta. Imita a tu yerno. Al Marichalar. Que se dedica a hacer nada, con mayúsculas.

sábado, 10 de noviembre de 2007

Que cabrona, la lavadora

Coleman no mintió ayer al aparecer errabundo perdido a la 1 del mediodía a la rueda de prensa. Después contó la de Pedrete con la malvada lavadora y el exceso de líquido elemento, que es, a la postre, lo que le ocurrió. Exceso de líquidos. Es decir, que hizo un Ernesto de Hannover en toda regla y se puso de txakoli hasta las orejas. Y es lo que tiene el txakoli cuando se consume de forma compulsiva durante un amplio espacio de horas. Que acabas mamau como una rata, te quedas dormido y no te despiertan ni los que recogen la basura, campeones del mundo mundial despertando gente. El fútbol y el alcohol siempre han sido grandes aliados, y más entre los súbditos de Su Graciosa Majestad. No hace falta recordar a Paul Merson y Paul Gascoigne, auténticos baluartes del drink team, o al recientemente fallecido George Best, que dejó para la posteridad aquella frase de "he gastado mucho dinero en coches, mujeres y alcohol... el resto lo he despilfarrado". Rene Orlando Houseman, uno de los punteros indiscutibles de aquella selección argentina de Menotti, jugó varios partidos como un pirata y suele recordar un partido contra el River el 4 de septiembre de 1976 en donde, completamente borracho, fue capaz de hacerle un gol al Pato Fillol. De todas maneras, de todos, me quedo con Mágico Gónzalez, aquel genio del Cádiz, capaz de marcar goles inverosímiles aunque llegase al campo de gaupasa. Cuenta la leyenda que una tarde llegó al vestuario y al desnudarse llevaba la ropa interior femenina de una conquista. Me lo creo. Y fijo que habría marcado gol... por partida doble.

martes, 6 de noviembre de 2007

Dúplex por 70 euros

Completamente reformado, calle céntrica, 80 metros cuadrados, perfecto estado, particular. 70 euros/mes. El anuncio, publicado durante la pasada semana en la cabecera hermana de este periódico en Pamplona, era cojonudo. Parecía un anticipo de esa memorable caída de precios que auguran los expertos y que estos ojos no verán. Llamé, comunicaba. Volví a llamar, seguía comunicando. Lo intenté por tercera vez hasta que fui consciente que si te autollamas a tu propio móvil siempre comunica. El piso era el mío y los colegas de Pamplona se habían olvidado de un cero en el precio. Cuerpo a tierra que vienen los nuestros. Los clasificados era una de las pocas secciones de un periódico que merecían mi respeto y poco dadas al engaño. La buena nueva me la dio mi hermano el domingo a las 9 de la mañana con un "te lo alquilo" contundente y colgada de teléfono, con lo que me quedé con la mosca detrás de la oreja. Pocos minutos después fui consciente de la situación y he pasado una semana con sensación de telefonista de servicio de relax, qué gran servicio ése, y en plena orgía de llamadas daban ganas de poner voz aflautada y responder a alguno con un "hola guapo, ¿qué llevas puesto?". Nunca me habían llamado tanto, ni cuando me pegó una cornada un toro, acontecimiento folclórico donde los haya. El mejor, un hombre indignado que no se podía creer que no fueran 70 los eurillos de alquiler mensual y quería demandar al periódico. Se me olvidó decirle que en los 70 estaba incluido el exuberante servicio caribeño. Hay gente pa tó.