martes, 4 de septiembre de 2007

El ridículo del exceso

Pensaba suspender la columna como homenaje a Antonio Puerta, pero ya hemos hecho bastante el ridículo los medios de comunicación en general en los últimos días convirtiendo la tragedia que siempre supone la muerte de un hombre joven en un sainete surrealista, en un exceso permanente que rozaba lo chabacano, insultante para las miles de personas que mueren a una edad que no les corresponde y para la propia memoria del jugador del Sevilla. Cada cual que utilice el folclore como considere necesario, pero la muerte es algo más serio y que merece más respeto que convertirla en un circo romano. Las imágenes de la mitad de los hinchas del Sevilla cantándole al féretro como si estuvieran en un fondo del Sánchez Pizjuán mientras la otra mitad alzaban sus móviles para sacar fotos al cortejo es un claro ejemplo de hasta qué punto puede llegar la degeneración alentada por unos medios de comunicación que hace ya muchos años que perdieron cualquier referente ético cuando hay audiencias de por medio. A ello, hay que sumar el numerito plañidero de los presidentes del Betis y del Sevilla, abrazándose como si volvieran del exilio después de que hace seis meses estaban a limpio mordisco, que es como estarán dentro de tres. Circo para el pueblo. Lopera y Del Nido, dos sujetos que si vivieran en un país civilizado como Suecia, por ejemplo, hace mucho tiempo que estarían jugando al tute en la cárcel de Estocolmo. Ayer cayeron varios en los andamios pero nadie parará jamás las obras.