jueves, 26 de marzo de 2009

Negociaciones de Gobierno

Vaya por delante que lo primero que haría yo como nuevo lehendakari, Dios os libre, es nombrar a la Paris-Hilton directora de Emakunde. Por lo de la transversalidad, mayormente. Es lo único que tendría claro porque ya me he palmaú con las negociaciones, el nuevo gobierno y rollos así, que diría Brad Pitt en Quemar después de leer . Miento (soy periodista). También nombraría a Regina Otaola consejera de Economía. Pero no de Euskadi, del mundo la nombraba yo. Una mujer que con 27 votos de un censo de 500 se hace con la Alcaldía de Lizartza, reserva espiritual de Occidente, ¿qué no haría con la economía vasca y mundial? Maravillas. Con la Otaola al frente de la pasta , Liechestein a nuestro lado iba a ser un barrio de obrerazos . Del resto, hace tiempo que me he perdido y todavía no ha empezado, pero supongo que los vendedores de coderas se abran puesto las botas para saciar a todos los que pretender pillar cacho, exactamente el mismo cacho que han pillado los otros durante 30 años. Es una de las miserias de la política, pero hay multitud de profesionales con el codo suelto para entrar por cojones donde sea, valgan o no valgan, que eso es lo de menos. Es más, los que no valen, por lo general, suelen ser más diestros en la complicada profesión del pasillismo , que requiere de habilidades extremas y mucho, mucho, mucho estómago. Así que, queridos amiguitos, tenemos por delante dos apasionantes meses, que precederán a otros 14, o 15, o 16, en donde se cuestionará la validez del gobierno y se les pedirá que dimitan, justo inmediatamente antes de que empecemos con la brasa de las próximas elecciones que, por supuesto, volverán a ser las más cruciales de nuestra existencia como pueblo. Una vez celebradas, las próximas, el proceso vuelve a repetirse y así hasta que vuelva el Bing Bang de nuevo y todos descansemos en la paz de Dios. Sea quien sea el nuevo baranda, trae a la Hilton, plis.

jueves, 19 de marzo de 2009

Inmoralidad

Qué una presunta autoridad moral, que lo es para centenares de millones de personas, vaya a un sitio como África para decir que los condones no solucionan el problema del Sida sino que lo agravan es una inmoralidad inadmisible. Afortunadamente, miles y miles de católicos comprometidos de verdad son los que suministran los preservativos a una población diezmada por esa pandemia, una de las muchas. Que en marzo de 2009 sigamos con el raca-raca eclesial sobre el sexo produce sonrojo, cuando no indignación, no por lo que diga Benedicto sino por lo que no hacen, ni dejan hacer.Ya sabemos todos perfectamente que el sistema más infalible del mundo para que no se extienda el Sida es no follar . Lo sabemos todos. No somos gilipollas. Y a todos nos parece estupendo que quienes no lo practiquen por creencias religiosas, no lo haga. Nadie obliga a nadie. Pero como tan cierto es que es la Tierra la que da vueltas alrededor del Sol como que al personal, además de que gane su equipo de fútbol, lo que más le gusta en este valle de lágrimas es tratar de pecar en santa paz, afortunadamente. Y cada cual que lo haga como mejor le parezca, con una única pareja o con cincuenta si hay fuerzas y no se fuma demasiado. Obviar lo evidente es negar que la Tierra gira alrededor del Sol. El problema es que esa negación está afectando, directamente, a la vida de millones de personas en una tierra ya de por sí históricamente puteada . Y quien esto escribe para nada es anticlerical, ni siquiera ateo o agnóstico. Es un creyente que alucina con la manipulación y tergiversación sistemática que una cúpula, casi todas las cúpulas son similares, realiza de algo que nunca nadie dijo en ningún sitio y por arte de birlibirloque pasó a ser dogma de fe como casi todas las mentiras mil veces repetidas. Los centenares de millones de católicos de ley, que son la mayoría, no se merecen a nadie así al frente. Y, además, no es infalible porque echar un polvo , o dos si son pequeños, es bueno para todo. Algo mejor iría el mundo si se practicara con más devoción, aunque sea cristiana.

jueves, 12 de marzo de 2009

Charlatanes de feria

El muy noble y leal Senado del Reino de España tumbó ayer la única posibilidad de que la exhumación de republicanos asesinados durante la Guerra Civil se lleve a efecto de forma efectiva. Esto es; con dotación económica directa del Ejecutivo, haciéndose cargo de todos los gastos. Por ley, como Obama. Pero esto no son los EEUU (tenemos la rara habilidad de copiar todo lo malo de yankylandia y nada de lo mucho bueno que tienen), éste es el país de los charlatanes de feria, de los prestidigitadores, de los trileros de vocación. La pretensión partía de un digno senador balear que decía algo tan evidente, sencillo y elemental como que ya no queda tiempo. Han pasado más de 70 años, los familiares más cercanos empiezan a fallecer y todo lo que no se haga ahora no se podrá hacer. No se puede dejar todo en manos de los entusiastas de turno, entre ellos las gentes de Aranzadi, que hasta la fecha tan sólo han podido sacar a la luz los cuerpos de 4.000 de los 150.000 que se calcula que yacen en las cunetas de la vergüenza. Porque un país que no es capaz de enterrar a sus muertos con la dignidad que merece cualquier ser humano no es un país, es una farsa. Pero lo que indigna, lo que enciende, lo que jode realmente de verdad es que el PSOE haya votado en contra. Que lo haga la derecha estaba descontado. Pero que sea el partido de muchos de los que siguen en las cunetas y que fueron allá precisamente por ese carné, roza el delirio. Estamos en lo de siempre con la jerarquía socialista. Bla, bla, bla, discursos de postal, palabras al viento. Si tan admiradores son de Obama, no le copien las ideas, copien los métodos. La ley. Los familiares de las decenas de miles de constitucionalistas (de la Constitución republicana, pero constitucionalistas) que yacen en cunetas, caminos y veredas cambiarían con los ojos cerrados un magistral silencio del clan de ZP en este tema a cambio que a la hora de la verdad, a la hora de apretar el botón en el escaño que es lo que va a misa, actuasen con la dignidad que se les suponía. Esto, definitivamente, no es un país. Esto es La Noria.

jueves, 5 de marzo de 2009

El clan de los jubilados

Según avanzan de forma inexorable las cifras del paro (del paro tiene la culpa tú alcalde, tú diputado general, tú lehendakari, tú presidente de Gobierno o Trichet, siempre dependiendo del partido del que seas o del que te dé de comer) se masca otra tragedia social, amén del paro en sí mismo. Porque si hay una sociedad paralela única, un sotogoberno perfecto, este no es otro que el que conforman los jubilados, que nada tiene que envidiar a la red tejida por los Bonano, los Genovese, los Bambino, los Corleone o los Luchese . Lo tenían todo organizado y el aumento de ociosos/as por las calles les está poniendo nerviosos y eso, autoridades civiles y militares, es peligroso. Controlaban en su totalidad la obra pública y la lectura de prensa en bibliotecas, que como se te ocurriera tratar de mirar al encofrador de un parking o leerte el ABC (por cierto, se pulen a 250 periodistas del ABC, que se suman a los más de 2.000 que ya han pasado a mejor vida el último año en esta profesión, bastante más denigrada que la de las señoritas que fuman), te estabas jugando la vida. El orden era perfecto. De hecho, en la obra pública hasta dejaban libre el hueco de la valla desde donde no se veía una mierda para que quienes no hemos alcanzado la edad de la jubilación pudieramos ver de refilón al encofrador y alabar la generosidad intrínseca de los capos de más de 65, que siempre tenían los huecos buenos para poder poner a parir a los currelas de turno y, es que, las cosas como son, cada vez se echa menos mortero en los cimientos y así nos va. Pero claro, con lo que no contaba el clan de los jubiletas es que de la noche a la mañana se les hayan unido por las calles miles y miles de desocupaús, que te paseas un martes al mediodía por cualquier plaza pública y aquello parece el malecón de La Habana, pero sin chicas que te digan hola, mi amol , que esto es Euskadi. Ahora hay overbooking y no me gustaría estar en medio de una disputa entre un ex tornero de la CAF y un inmigrante boliviano por la caza y captura del ABC.