martes, 29 de junio de 2010

'Dylanitas'

No se si merece la pena pagar 50 euros para ver a Bob Dylan pero pagar 50 euros para ver, conocer, escuchar y alucinar con la fauna de enfermos que ocupan las diez primeras filas de sus conciertos es una de las mejores inversiones de mi vida. Además, como quería invitarle a uno de esos enfermos, que me ha tocado por hermano, la broma me salió por 100. Después resulta que el grupo de periódicos donde trabajo era patrocinador del festival donde tocaba el Dylan y daban entradas. Pero claro, esto lo supe la pasada semana y mi hermano compró las entradas, que después pague yo, dos minutos después de anunciarse que venía y todavía pensaba que había estado un poco lento. No tengo palabras para explicar que era aquello porque no tengo ningún referente para compararlo. Más fe que los ultraortodoxos judíos ante el Muro de las Lamentaciones o los cristianos bajando a la cueva de Belén. Más pasión que los curristas que acudían año tras año a La Maestranza esperando a que el maestro de Camas diera un pase antológico para alcanzar el karma aunque siempre acabaran en aquella fabulosa sentencia tras el fiasco que lanzó uno de sus incondicionales con lo de “Curro, el año que viene va a venir a verte tu puta madre... y yo también”. Porque delirar cuando se es una quinceañera en la primera fila de un concierto de Bisbal está bien. Pero que un juez de Manresa, un empresario canario y un gasolinero navarro, rondando los 50, se abracen en trio al ver salir a Dylan no tiene precio. Impagable en estos tiempos donde necesitamos tanta pasión y nos sobran tantos aburridos cargados de razones.

lunes, 28 de junio de 2010

El mundo es redondo y da muchas vueltas

A Sir Geoff Charles Hurst lo nombraron caballero de la Orden Británica después de aquella final con atraco de Wembley de 1966. Sigue ostentando el único hat-trick en una final mundialística (en aquellos tiempos se llamaba meter tres goles) y autor del gol que no fue y que dejaba a la Repúbica Federal de Alemania con la miel en los labios. En la prórroga y a traición mientras Wembley se creía el epicentro del universo en aquellos años en los que la niebla dejaba aislado el continente. Pero el mundo es redondo, da muchas vueltas y la venganza siempre se sirve en plato frío, Su Graciosa Majestad. 44 años después, la niebla deja aislada a Inglaterra, la RFA se unió con la RDA (qué gran himno, el de la RDA, espectacular, de poner los pelos de punta) para formar Alemania, ahora manda el Busdesbank y un árbitro uruguayo fue el único ser humano del planeta que no vio cómo el pelotazo de Lampard botaba dos metros largos dentro de la línea de gol, que sólo le faltó mover la red, y con ello truncar la fulgurante reacción inglesa ante el dominio alemán. Pero así es la vida, Mister Lampard. En el "66, también hubo otro linier, concretamente soviético (qué gran himno el de los soviéticos, qué tiempos aquéllos), que fue el único del mundo en ver entrar el disparo de Hurst, que todavía no era ni caballero ni soldado. Así que tampoco sirve de mucho llorar y en realidad lo de ayer sólo fue la lógica venganza para hacer justicia a Beckenbauer y compañía. A partir del acto de justicia poética, la máquina germana fue imparable con unos ingleses que daban bastante pena, cuando no grima. No sé si Capello habrá influido o no en la pobre imagen inglesa, pero supongo que un batallón del Ejército al servicio de Su Majestad tendrá listo el pelotón para fusilar a los preparadores físicos porque los alemanes se les colaban por todos los flancos como si fueran mediofondistas checoslovacos. Pero hasta aquí llegó la riada alemana. En cuartos, tendrán enfrente a la muchachada de Diego, que ya llevamos diez goles anotados y unos 35 fallados. La inmensa bandada de buitres que revolotea desde hace tiempo para abalanzarse sobre el cadáver del 10 más mágico de la historia del fútbol, tendrá que esperar hasta el próximo sábado, o quizás hasta el 11 de julio, o tal vez hasta dentro de cuatro años. Anotamos el primero en una posición digamos que no del todo clara pero el fútbol es así, los árbitros son humanos, el partido no acaba hasta que pita el referee y lo importante no es que yo haya marcado sino la victoria del equipo. Grande, Diego.

jueves, 24 de junio de 2010

Una cuestión de Estado

Hoy Thierry Henry acudirá con la cabeza baja al Elíseo para dar explicaciones al presidente de la República francesa, Nicolás Sarkozy, sobre el bochornoso espectáculo que los bleus han dado a Sudáfrica, al mundo en general y al orgullo patrio de la France en particular. Es lo que tiene vivir en una República, que dan seriedad a lo que es serio a nivel popular. No me imagino yo al abuelo de Froilán llamando a capítulo a Casillas en La Zarzuela para que explique la posible caída en cuartos o intimidades diversas. Como para contar intimidades está el Casillas con la que le está cayendo. Pero Henry debe una explicación, no por el juego, sino por el pollo que han montado. El fútbol es la cosa más seria de entre las cosas importantes y Le Equipe ya apuntaba que detrás de todo puede estar algo que preocupa aún más al presidente galo; la desafección de parte de la plantilla a la propia concepción de lo qué es la nación francesa. En romano paladín, que algunos jugadores están más cerca de los inmigrantes desarraigados que han llegado a pitar a la Marsellesa en algún partido que lo que esperan de ellos los descendientes guays de Juana de Arco. No sería el primer conflicto social, o territorial, que ha tenido como inicio el fumbo. Esperemos que todo se arregle y al final quede en que, en resumidas cuentas, los jugadores se han hecho mayores con el paso de los años, que es lo que suele pasar cuando pasan los años. Pero una por una, Henry ha tenido que coger el avión privado y hoy escuchará la bronca del maromo de la Bruni, que tiene pintas de montarlas bastante gordas. Me preocupa este Mundial. Alemania pasando de ronda como si fuera Italia y Argentina ganándolo todo, así como sin esforzarse. No me fío de México, Diego, que el vasco Aguirre suele sacar petróleo con lo poco que suele tener disponible y habrá ideado algo que bordee la ilegalidad con Messi, amén de colocar el autobús bajo los palos desde el inicio. Y al loro con los norteamericanos de Norteamerica del Norte, que esos cuando se ponen también son bastante suyos. Y para hoy, si Italia empata, que suele, y Nueva Zelanda también, empate a puntos y goles entre los dos para el segundo puesto. Moneda al aire. I,m sorry, New Zeland.

miércoles, 23 de junio de 2010

Los analfabetos de Boyer

Probablemente, D. Miguel, los que construyeron con sus manos la escuela para que tú adquirieras conocimientos, que no sabiduría, eran analfabetos, lo que no resta ni un ápice a la posibilidad de que fueran inmensamente más sabios que tú, porque como buen erudito deberías saber que conocimientos, cultura y sabiduría son términos bien dispares y que nada tienen que ver con estar rodeados de inmensas bibliotecas ni de extensos currículos con no sabe bien cuántas carreras. Es la capacidad de mirar el mundo con mirada libre y alejada de todo tipo de dogmas la que distingue al sabio del listo, especie esta última a la que supongo que te referías cuando hablabas de que si seguían bajando los sueldos, íbamos a acabar con gobiernos de analfabetos. Serán, en todo caso, gobiernos de menos listos, pero eso no nos debería preocupar en exceso y hasta quizás nos venga mejor que estar siempre bajo el yugo de los soberbios altivos que creen saberlo todo desde la arrogancia y alejados del humanismo. No se cansaba de recordar Saramago que la persona más sabia con la que se había encontrado en su vida no sabía ni leer ni escribir. La mirada libre no se aprende en bibliotecas ni universidades sino en la propia conciencia sobre las cosas de la vida desde la óptica humanista. Ojalá todos los gobiernos del mundo estuvieran formados por esos analfabetos libres que tendrían la suficiente sabiduría para saber de quien rodearse. Y que se quedasen desterrados para siempre listos y listillos.

lunes, 21 de junio de 2010

¡Viva Honduras!

Hace cuatro días, la catástrofe mundial. Hoy, el mejor equipo que jamás hayan parido los planetas, superior a aquella Brasil de los 50, la Holanda de Cruyff y Neeskens o la Argentina de Maradona. Hace cuatro días, la Carbonero despistaba al Casillas, ayer, le estimulaba. España es asín, como una montaña rusa enloquecida. Lo cierto es que los de Del Bosque (Vicente, majo, tampoco se te pide que seas Maradona y beses en los morros a tus chicos, pero algún gesto que indique que el flujo sanguíneo te circula con normalidad tampoco estaría de más) tienen un señor equipo, aunque no se si es muy buena señal lo de fallar veinte de libro, que es lo que les ha pasado los dos días, primero ante Suiza y ayer ante Honduras, el equipo de Federico Trillo. Porque en el supuesto de ganar a Chile, que sería lo lógico, pero quedarse segundos, a España le tocaría en suerte Brasil, la pentacampeona, a la que además le dejan meter goles con las manos de Dios, con las dos, porque lo del golito de Luis Fabiano fue de risa. Aunque para descojono, lo de los súbditos del maromo de la Bruni. Eso si que es una casaputas y lo demás son historias. Van dimitiendo en cascada y para mi que no se van a presentar al último partido. La grandeur, a tomar por saco, una vez más. La actual campeona ya lleva dos empates, ha hecho grande a Nueva Zelanda y se encamina a volver hacer la de Pedrete, pasar de ronda sin ganar un solo partido. En el grupo de España alguno igual se queda fuera con seis puntos, y en el de Italia igual vale con tres. Bueno, valdrá con tres si es Italia la encausada. Lo que me extraña es que todavía no se hayan clasificado ninguna edición con dos puntos, cuestión matemáticamente imposible pero los azurris son capaces de desafiar las leyes de la metafísica, atusarse después las greñas y sonreír a las chicas del equipo contrario que están en las gradas. Esos si que son asín.

jueves, 17 de junio de 2010

No les entres al trapo que te tienden, Diego

Hace 24 años, Huh Jung Moo le taló la pierna a Maradona en el Argentina-Corea del Sur de Mexico 86. Aquello era para dos rojas juntas pero al peligroso Huh, que es lo que gritó todo el estadio tras contemplar aquella patada voladora, lo dejaron en la cancha sólo con amarilla.Ayer se volvieron a juntar, esta vez en los banquillos, y volvió a ganar El Altísimo. Al acabar el partido, el peligroso Huh aseguró que le habían molestado más los gritos de Maradona en la bancada que las vuvucelas. Lo siento, Kung Fu, pero creo que te molestaaron más esos cinco minutos iniciales de Di Maria, Tevez y la pulguita atómica. Que manera de jugar, viejos. Esto marcha viento en popa. El tio Diego sigue manteniendo intacta la corbata y la albiceleste empieza a ser un máquina de matar. Higuain hizo tres pero es que las pelotas que le colocó Messi eran para flipar. Muchas patadas voladoras van a hacer falta para que paren a ese armada atacante que ha montado Maradona, amante del fútbol con mayúsculas y poco dado a la especulación. Hasta los coreanos se metieron un gol a los 17 segundos temiendo lo que finalmente sucedió. Y, como es más que previsible, los rendidos elogios a la albiceleste llegaran acompañados de dardos envenenados a su entrenador, a aquel que un buen día decidió no tener que pasar por determinados aros y así se mantiene, así arda Troya. No voy a defender las salidas de pata de banco de Dios, pero siempre defenderé su derecho, y su deber, a defender por encima de todo su dignidad, pisoteada por él, como él mismo no ha tenido ningún problema en reconocer, pero sobre todo por la habitual manada de buitres que revoletan alrededor. Estuviste grande, como siempre Diego, respondiendo a esos dos osos cavernícolas de las instituciones futbolísticas como Pelé y Platini, eternos vendedores de bondades mientras llenan sus macutos al calor del tinglado del fútbol. Pero no les entres a los trapos que te van a ir tendiendo, Diego, que no es tu estilo ni el de tu club. Céntrate en dar de comer a Messi, Di Maria, Tevez, Higuain, Palermo y compañía para recuperarlos para la próxima batalla y disfruta viendo al pueblo festejar. Aunque te cueste, no hables y sonrie con los festejos. Y que les den.

Enhorabuena, Bengoa

Lo peor del insano escepticismo es que llegue el momento que no te afecte lo injusto. Reconozco que peco más de lo que debiera de insano escepticismo pero me alegro que me sigan alterando los nervios determinadas cuestiones. Y entre todas, sin duda, el negocio de la salud. Ahí soy talibán sin ningún propósito de enmienda. Por eso, sólo puedo aplaudir y compartir la valiente medida del consejero de Sanidad del Gobierno Vasco, Rafael Bengoa, de reducir el gasto farmacéutico al exigir a los médicos que receten genéricos y que cuando no lo hagan expliquen por qué no lo han hecho. Y digo valiente porque por algún trabajo anterior conozco la descomunal fuerza que mueven los lobbys vinculados al mundo farmacéutico. Tan descomunal como indignante. Y ya de paso animo a la ciudadanía a exigir a sus médicos de cabecera (ya sé que cuesta, pero hay que hacerlo) que si lo que necesitamos es paracetamol con que nos receten paracetamol nos basta y nos sobra, y no la marquita de marras que paga patente, margen comercial, envasado de colores y el copón de la baraja para que nos cueste el doble, a nosotros y a la administración, sin que deje de ser jodido paracetamol. Te van a atacar por todos los lados, consejero, pero tienes motivos para estar satisfecho. Y si quieres más ideas, no descartes la liberalización de las farmacias, que ésa es otra. Mi padre tenía una tienda de bolsos y no consiguió convencer a ninguna autoridad para que prohibieran por ley que ninguno más que él pudiera vender bolsos en un kilómetro a la redonda. Algunos siguen en el privilegio medieval.

miércoles, 16 de junio de 2010

La irresistible atracción del abismo

Los anti La Roja ya estarán trabajando para mandar por Internet otra colección de portadas del Marca del antes y de después de los partidos. Nada nuevo bajo la capa del Señor. España, otra vez bajo el guión, ejerció de España en su debut mundialístico. El problema que tiene España en fumbo es creerse a sus periodistas de cabecera. España, en los mundiales, todavía no ha empatado con nadie y no digo yo que no tenga buenos jugadores, que los tiene, pero Mundial ser Mundial que diría Bujadin Boskov. A España le sobra siempre el tradicional mamoneo a su alrededor. A nosotros, los argentinos, nos sobran los lanzadores de cuchillos y después se mosquean cuando nuestro amo y señor, Don Diego, dice en alto en rueda de prensa lo que pensaba toda la plantilla y medio país. La irresistible atracción del abismo es intrínseca al dramático espíritu hispánico. España tiene un buen equipo, un gran equipo, pero no es ni de lejos como lo pintan los pelotilleros habituales ni los suizos, como era previsible, decidieron sacar a sus primas a jugar, que era lo que parecía que iba a pasar si leías o escuchabas a alguno de la camarilla esa de la ciencia-ficción permanente. Tratar de convencer que eres sin género de dudas el máximo favorito cuando tu mejor clasificación ha sido quedarte cuarto hace 60 años es tratar de descojonarte del sentido común y de paso del personal. La humildad nunca ha sido bien vista, ni práctica, en los nidos de pelotilleros habituales. Primer asalto concluido y todo bajo el guión. Italianos, alemanes, brasileños y argentinos vuelven a demostrar porque tienen lleno un capazo de títulos sólo ellos. Con los ingleses todavía me salta la risa y los españoles, más fieles que nunca a su ejemplar historia. Hoy nos toca Corea del Sur, Diego, y no entiendo nada de fútbol pero yo sacaría de salida a Messi, el Kun, Diego Milito, Higuain, Tévez y Palermo con una sola orden; tirar diez veces a puerta cada uno en los primeros treinta minutos. Si los coreanos aguantan, es que están preparados para entrar en guerra con Pyongyang. Y señores de la organización, por favor, no queda bien expulsar a 32 inocentes holandesitas por un quitameallá publicitario. Que el hombre también vive de ilusión.

lunes, 14 de junio de 2010

Italia ha empatado; ya tenemos finalista

Italia parece que no funciona como se espera de ella, aseguraba el comentarista de televisión. Así que, señores, ya saben, vayan a Internet y apuesten a su favor que tiene bastantes boletos para meterse en la final. Ayer volvieron a ejercer de italianos, que es lo que mejor saben hacer. Empezaron mal, Paraguay les metió un gol, desaprovechó algún otro y llegaron los minutos italianos por excelencia, los del final, que sirvieron para empatar el partido. Es decir, todo sobre el guión. Italia no gana por cuatro goles en la fase inicial porque entonces no sería Italia sino que sería Alemania y no llevarían greñas de moda sino que serían más bien feos, de apellidos complicados y escaso verbo. Italia es así, rácana, bronca, macarra, pandillera, ganadora. Un lujo para sus periodistas que les llaman viejos, acabados y demás lindezas mientras 50 millones de italianos ejercen siempre de consejeros, como decía Gianni Rivera, que fue subcampeón con la escuadra azzurra en 1970. En España, en el 82, su primera fase fue de auténtica risa. No ganaron ni un partido, sólo marcaron un gol de chiripa y se metieron en la segunda con un triple empate inverosímil. Sólo les faltó la moneda al aire. El Mundial acabó con Sandro Pertini corriéndose una juerga en el palco del Bernabeú que quedo grabada en las retinas de todos los aficionados del planeta. Lo dicho, Italia ha cumplido con creces en su debut, lo mismo que los panzeres alemanes que vienen sobrados, como acostumbran los germanos. Nosotros, los argentinos (en un Mundial, cada uno es de donde le sale de los cojones), también cumplimos con nuestra parte y además conseguimos que Maradona aguantara con la corbata los 90 minutos sin hacer nada raro con ella. Miedo ya le teníamos a Diego, no crean, pero se portó el Altísimo. Quién mordió el polvo malamente fue Inglaterra y nada más y nada menos contra un rival que duele mucho más, los norteamericanos de Norteamérica del Norte que tienen la desfachatez de llamar soccer al fútbol, lo que debería ser causa suficiente para que no les dejaran jugar pero con la cosas de comer no se juega y a ver quién es el guapo que les dice que no, que ellos no juegan. El bueno de Green llevara un par de días con unos zumbidos en los oídos de preocupar porque habrá que escuchar estos días a los ingleses en bares y pubs. Inglaterra no es Italia, aunque tengan a Capello en el banco, y no es bueno lo de empezar empatando. Esas cuentas sólo les salen a los de Marcelo Lippi. Hoy juega Brasil contra Corea del Norte (nos ganaron porque cómo eran todos iguales cambiaron a la mitad en el descanso, aseguraron los italianos tras perder con ellos 1-0 en 1966) y mañana debuta La Roja contra Suiza para dar por concluida la participación de los llamados, en teoría, a decir algo en esta ocasión. Todo bastante soso de momento, pero cumpliendo los guiones previstos y con la duda de si se prohibe la jodida vuvucela para que nadie opte por el suicidio antes del tiempo, aunque tengo que reconocer que ayer entre los discursos de Markel y Olano y el diabólico instrumento sudafricano, puse el canal mundialístico. Partido duro, bronco, nada vistoso dicen los digitales que fue el Paraguay-Italia. Seguro que alguno de los más viejos de la Toscana se está descojonando vivo. Italianos.

Aves vespertinas

Hay dos clases de argentinos: los que son psicoanalistas y los que no. Esto, obviamente, es un tópico, pero los tópicos también tienen derecho a vivir. Los psicoanalistas son de Menotti, los que no, son de Bilardo. Luego están Cristina Fernández, que es de Kirchner, y Cortázar, Borges y Fontanarrosa, que son de todos, incluidos de los que no somos argentinos por una mera y accidental cuestión geográfica. Los psicoanalistas menotistas son, por lo general, aves vespertinas. Cuando fichó por el Barcelona, nada más llegar, Menotti quitó los entrenamientos matutinos y los cambió a la tarde: por las mañanas sólo pueden sucederte accidentes. Si uno se fija bien en los horarios de las mayores catástrofes de la historia, Menotti tenía razón. Incluso a Zapatero lo nombraron presidente una mañana. Núñez apenas aguantó a Menotti unos meses. Núñez era de Bilbao. Los bilardistas, por el contrario, ni sueñan, ni duermen hasta las 12.00 ni saben distinguir a Lezama Lima de Lima Limón. Ellos, cuando van a la cancha, quieren resultados, da igual de qué manera y a costa de qué, especialmente a costa de qué número de tibias de los jugadores rivales. Simeone era bilardista, Verón es menotista, Maradona es Dios. Bueno, esto último es una redundancia, lo reconozco. Lo que quiero decir es que Maradona, del que todos dicen que es un desastre como entrenador sin haber visto un solo partido de Argentina, lo mismo es menotista que bilardista. No en vano, jugó para los dos, aunque sólo con Bilardo logró traspasar la línea que separa al genio del que ya no volverá a nacer otro como él. Ahora Messi hace de Maradona y Maradona hace de Menotti-Bilardo, aunque el que de verdad se la juega aquí es Messi, no Maradona, que ya está por encima del bien y del mal, así abra la boca cada 20 segundos y cada vez que la abre diga una más gorda que la anterior, que es lo que acostumbra. Es lo mismo. Los que no somos ni psicoanalistas ni argentinos es con lo que nos tenemos que conformar. Una por una, ayer Nigeria, al capazo, a la italiana. Por la tarde y permitiéndonos el lujo de tirar fuera media docena para que, cuando no se pueda fallar, no lo hagamos. Qué elegante estabas Diego, qué elegante.

jueves, 10 de junio de 2010

Recortes militares

Es lo que tienen los alemanes, que tuvieron que tragar con el bochorno y la humillación mundial con los nazis y no deben prebendas ni peajes a una casta arcaica, ineficaz, rancia y, sobre todo, costosísima que es la militar. 40.000 menos de un plumazo para atajar el déficit, en el país de la UE que mejor está. Han sido los primeros, y los únicos, en coger el toro por los cuernos a ese monumento al absurdo europeo que supone mantener sus 27 ejércitos, con sus 27 cúpulas militares y centenares de miles de oficiales, suboficiales y txortas viviendo a costa del Papá Estado, aunque desde el 45 no haya habido una guerra propiamente dicha, sino más bien matanzas en invasiones exteriores en donde lo de menos era la tropa y lo de más la aplicación de la alta tecnología con el vil propósito de matar. Y no me refiero sólo a la situación del Ejército español sino que también es extensible al francés, británico y alemán y todos los demás. Y no voy de pacifista ni de ingenuo come flores que preconiza la desaparición del paso militar. Ni muchos menos. Pero, ¿no sería el momento de aplicar la sensatez y crear de una vez por todas un único Ejército europeo con unas dimensiones acordes al año 2010 en tropa y material? Claro, que para ello habría que anteponer cordura, sensatez y servicio a la ciudadanía al del ultranacionalismo trasnochado y ramplón que perviven en todos los ejércitos y tener el coraje de plantar cara a las prebendas de quienes siguen sangrando al Estado por batallas ganadas cara al sol.