miércoles, 27 de julio de 2011

Somalia y la ONU

En agosto del 90, nos costó días enviar la mayor operación militar de la historia para proteger los intereses de un grupúsculo de jeques fundamentalistas, misogenos, homófobos y xenófobos. Plantamos allá decenas de miles de soldados con todo el andamiaje militar correspondiente para que aquellos piratas pudieran seguir ejerciendo de piratas a sus anchas durante varias décadas más y a nosotros la gasolina no nos saliera por las nubes. Una de las escenas más dantescas de aquella primera Guerra del Golfo era ver como los inmigrantes jordanos o palestinos -los parias del país, los que hacían que aquello funcionara- se jugaban la vida por defender la integridad territorial de Kuwait frente a los iraquies mientras que sus amos y señores se exiliaban en hoteles de lujo de El Cairo -bien provistos de alcohol y prostitutas, que una cosa es el uso de la religión para la represión y otra bien distinta es la diversión-, hasta que los parias de otra nación- negros y chicanos- consiguieran que pasase el temporal. Entonces, en boca de todos estaba la sacrosanta ONU, la sagrada ONU, que ya sabíamos entonces que solo servía para obedecer al Señor. Ahora, anda detrás de lo de Somalia. Se calcula que un millón de niños no llegarán a fin de año y la ONU hace llamamientos al mundo. Entonces no hizo falta llamar a nadie. Dicen que Somalia es un Estado fallido. Lo que no dicen es que la ONU también es una organización fallida o, a al menos, no es la organización que vela por los Derechos Humanos. Sería bueno que lo supiéramos todos para ir creando otra, aunque ya lleguemos tarde con el millón de críos somalíes.

Publicado en Noticias de Gipuzkoa el 28 de julio de 2011

Somalia y la ONU

En agosto del 90, nos costó días enviar la mayor operación militar de la historia para proteger los intereses de un grupúsculo de jeques fundamentalistas, misogenos, homófobos y xenófobos. Plantamos allá decenas de miles de soldados con todo el andamiaje militar correspondiente para que aquellos piratas pudieran seguir ejerciendo de piratas a sus anchas durante varias décadas más y a nosotros la gasolina no nos saliera por las nubes. Una de las escenas más dantescas de aquella primera Guerra del Golfo era ver como los inmigrantes jordanos o palestinos -los parias del país, los que hacían que aquello funcionara- se jugaban la vida por defender la integridad territorial de Kuwait frente a los iraquies mientras que sus amos y señores se exiliaban en hoteles de lujo de El Cairo -bien provistos de alcohol y prostitutas, que una cosa es el uso de la religión para la represión y otra bien distinta es la diversión-, hasta que los parias de otra nación- negros y chicanos- consiguieran que pasase el temporal. Entonces, en boca de todos estaba la sacrosanta ONU, la sagrada ONU, que ya sabíamos entonces que solo servía para obedecer al Señor. Ahora, anda detrás de lo de Somalia. Se calcula que un millón de niños no llegarán a fin de año y la ONU hace llamamientos al mundo. Entonces no hizo falta llamar a nadie. Dicen que Somalia es un Estado fallido. Lo que no dicen es que la ONU también es una organización fallida o, a al menos, no es la organización que vela por los Derechos Humanos. Sería bueno que lo supiéramos todos para ir creando otra, aunque ya lleguemos tarde con el millón de críos somalíes.

Publicado en Noticias de Gipuzkoa el 28 de julio de 2011

viernes, 22 de julio de 2011

"Ese es de nuestro pueblo"

Cuatro de la madrugada del viernes 19 de julio de 1991. Calle Paulino Caballero. Ni Dios por las calles. Hace cien horas que han terminado las ferias y fiestas de la capital del Viejo Reyno y aquello es un oasis. Pero yo ya sabía que el Azagra no acudiría a la cita para vestirnos de amarillo apareciendo por el portal de su casa y, efectivamente, así fue. A las cuatro en punto, como habíamos quedado, apareció hecho un señor pero desde la calle Tejeria, subió un segundo a su casa a hacer ruido con las puertas para que supieran que estaba vivo y se sentó de copiloto en el Panda.

-¡Qué cojones tiene el Panda!

-Sí, Dani, sí. Venga, túmbate y duerme que calculo unas cuatro horas hasta Val Louron

-¿No viene Jordi?

-No, ayer estuvo en Jaca y ha llegado a las mil, ya sabes como son las nuevas generaciones de periodistas.

-Unas nenazas. Por cierto, ¿cómo se ha pasado Butanito con Banesto, no?

El Azagra hacía referencia a la etapa del día anterior, a la que acababa en Jaca, en la que el periodismo patrio cargó las tintas sin remilgos contra el equipo que dirigía José Miguel Echavarri, especialmente la bestia negra de los aficionados navarros, el enemigo público número uno, José María García, que no desaprovechó la ocasión para descalificar desde José Miguel Echavarri hasta la estrategia elegida para la Batalla de Noáin de 1521, llevándose por delante a todos los profesionales que conformaban el equipo de Navarra, esa continuación del Reynolds que había colocado al ciclismo español en el panorama internacional después del Tour del 83.

Mientras recordamos el ataque de Induráin el día anterior a la llegada a Jaca para insuflarnos ánimos y el Azagra empieza a dormitar, el Portalet, el Aubisque, el Tourmalet, el Aspin y Val Louron duermen placenteramente a la espera de la batalla que, ese día sí, el equipo de Navarra va a plantear desde el principio hasta el final. La típica emboscada de Tour que debería haber callado bocas, aunque bien sabido es que boca hispánica jamás rectifica.

Después de cuatro horas de viaje con el Panda más pletórico que nunca, llegamos al pie de Val Louron sin ser todavía conscientes de que íbamos a asistir a un cambio generacional en el mundo del ciclismo, en los que los Delgado, Fignon, Lemond, Mottet y compañía iban a plegar velas de forma definitiva ante Induráin, Bugno, Chiapucci...

Para llegar, tuvimos que pasar el correspondiente impuesto revolucionario de los gendarmes franceses para poder dejar el coche a una distancia accesible a los humanos para dirigirnos a Val Louron, un puerto inédito en la ronda gala que, finalmente, pasó a la historia. Veinte francos de los de entonces para aparcar y primer encabronamiento del Azagra -que había vuelto a la vida- con los guardianes de la ley galos. Eran poco más de las ocho de la mañana pero aquella temperatura ya nos indicaba que lorenzo iba a sacudir de lo suyo. Menos mal que habíamos estado ocho días de entrenamiento en el tendido 5 de la Monumental pamplonesa y nada nos asustaba.

-Lástima que no esté Julián. Esta etapa era propicia para él y no aquella de Serranillos, sentencia Azagra.

No podíamos olvidar a nuestro mito de la época -y actual-, Julián Gorospe que, inexplicablemente, no estuvo entre los elegidos por el tándem Echavarri-Unzue para el Tour del 91. Dos años después, en un mítico ascenso al Tourmalet con Induráin de amarillo, se comenta que el villavés tuvo que acercarse a duras penas al rubio de Mañaria para comentarle, "Julián, afloja que me quedo". Genio y figura.

El caso es que no estaba Gorospe y que la etapa se presentaba totalmente abierta después de que la de Jaca -como era previsible viendo el perfil- no aclarase absolutamente nada. De líder, un sorprendente Leblanc que tenía encandilada a la gabacherie con Greg Lemond al acecho y Mottet de tercer invitado. Delgado ya está a más de siete minutos mientras Induráin se sitúa en un esperanzador quinto puesto a casi cinco minutos del francés. Echavarri para la prensa sigue insistiendo en las dos bazas con las que juega pero, para sus adentros, ya sabe perfectamente que la buena, la de verdad, es la que tiene que jugar con el navarro, que el año anterior ya podía haber ganado la ronda gala si no hubiera ejercido de gregario de lujo para el segoviano.

La canícula sacude de lo lindo y Azagra se afana por apropiarse de forma indebida de una botella de agua de una típica familia gala -con perrito y abuela incluidos en el lote- que decidimos que tienen que ser de Montpellier, porque suena bien el nombre, y que habían aparcado la caravana a dos kilómetros de meta y -¡oh!, magia- tienen una tele con antena parabólica. Así que ahí se acabaron las discusiones y decidimos que esa curva a dos kilómetros de meta es la idónea. Tienen televisión, botellas de agua y el perro no sería capaz de aguantarnos media patada. Ahora solo falta que Induráin le meta diez minutos a Leblanc y pase por encima de Lemond. Todavía es tiempo de soñar.

Los txirrindularis echan a rodar y la información llega a cuentagotas a las cunetas. Por lo visto, el Azagra y yo no somos dignos para ser acreditados por Navarra Hoy y los reporteros estrella del periódico habían malgastado las balas el día anterior en Jaca. Como mucho, el tío Félix nos había reservado una página para que hiciéramos "algo de ambiente", que es una sutil manera de decir que podemos escribir las paridas que se nos ocurran de lo que veamos, pero nada de molestar a los ciclistas. Los reporteros estrella se comieron una etapa de chichinabo y todavía hoy el Azagra y yo seguimos contando que estuvimos en Val Louron. Allá no había casi navarros, salvo un incondicional de Unciti que pasó con la bandera foral al hombro para nuestro regocijo.

Las primeras referencias de la pantalla gigante que había a medio kilómetro de meta hablan de lo único que les interesa a los franceses, que Leblanc sigue en el grupo de cabeza. Rugido generalizado.

-Este cabrón de gabacho no aguantará, ¿no?, le comento a Azagra.

-Ni p'a Dios. Este llega aquí con la lengua fuera.

Los de Montpellier, organizados como cualquier familia media gala, van dando cuenta de las viandas y colocan a la abuela debajo de la sombrilla. Tienen sillas para todos, agua para todo el pelotón y televisión de colores. Azagra y yo les miramos suplicando. Ni caso.

También hay algunos con radios y tratamos de obtener información de la manera que sea, para olvidarnos del sueño, la sed, el hambre y el megaclavo sanferminero que todavía llevamos a cuestas. Y sin saber todavía cómo, la frase que todavía nos retumba en los oídos -veinte años después-, ¡se ha escapado Induráin, se ha escapado Induráin, Delgado se queda!

Saltamos como resortes y una sonrisa de oreja a oreja ya no nos dejará hasta que el Panda nos devuelva sanos y salvos nuevamente en Pamplona a las tantas de la mañana. Tras los pasos del Portalet y el Aubisque, en donde los favoritos, más o menos, han ido juntos, el Tourmalet empieza a pasar factura. Leblanc se queda -los de Montpellier comen, pero no son felices- y Perico Delgado empieza a cerrar una etapa del ciclismo español, una de las más grandes. No se puede dejar tirado como una colilla a una leyenda, no se debe, así que Echávarri decide que Jean François Bernard -un gabacho de los nuestros- se quede con él. Cuando falta un suspiro para coronar el Tourmalet, Lemond flaquea y el nuevo líder del equipo de Navarra decide que hay que empezar a cambiar de época, mientras algunos micrófonos patrios afilan los cuchillos entre los dientes para certificar la defunción de los de Echávarri. Induráin, con su insultante pedaleo soviético, está al margen de toda miseria y más que encima de la bici parece que transita subido al tractor de su padre cosechando por los campos de la Cuenca.

Nada más superar el alto, se olvida de meterse periódicos en el maillot y de la comida, y se lanza a tumba abierta en busca de la gloria. Pisa varías veces la hierba en un descenso de vértigo, en el que llega a sacar más de un minuto a un Chiappucci, que a mitad de bajada decide ir a la caza del navarro. Echávarri se acerca al villavés en el tramo entre el Tourmalet y el Aspin y le recomienda que espere al bravo italiano. Disciplinado como siempre, Induráin baja el pistón, espera al Diablo y el dúo se planta a pie del Aspin con 1'43'' sobre un grupeto en el que marchan Lemond, Fignon, Bugno y Mottet. Delgado ya es historia.

Pero el Aspin pasa factura al estadounidense, que pierde tiempo mientras que Induráin y el italiano caminan hacia la gloria. El cambio de era ya está activado y la llegada del villavés a la curva en la que estamos el Azagra, los de Montpellier y yo es épica, y eso que los de Montpellier no abren la boca, ni siquiera la abuela.

Tras Induráin y Chiappucci, Bugno, Fignon, Mottet y un rosario de corredores con la reserva puesta van desfilando en la emboscada pirenaica. Delgado pasa a 14 minutos completamente roto mientras que Iñaki Gastón repta materialmente de lado a lado del asfalto suplicándonos agua como el del chiste de la isla de Forges.

Arriba, Chiappucci se lleva la etapa e Induráin el liderazgo. Los dos han levantado el puño, uno por la victoria, el otro por todo lo que ha tenido que escuchar. Me voy con el Azagra a meta y conseguimos ver al de Villava a unos cien metros. Le gritamos, le aplaudimos, la saludamos. Todavía creo que nos saludó pero no estoy seguro. Bajamos Val Louron con una sonrisa de oreja a oreja que en realidad quería decir al mundo entero, "ese grande que se ha puesto de amarillo es de nuestro pueblo".

Como dos críos con zapatos nuevos, vuelta al Panda, que espera majestuoso en las faldas de Val Louron. Pasamos el túnel de Bielsa y nos damos de bruces con el cartel que llevaba a Plan, un pueblo que unos meses antes se había hecho famoso por una caravana de mujeres.

-Que, Nagore, ¿vamos a ver si queda alguna que se nos han pasado otros Sanfermines sin triunfar?

-Deja Azagra, deja. Que hay que escribir. Ya volveremos otro día.

Lo que no sabíamos entonces es que durante cinco años seguidos tuvimos plan asegurado todos los meses de julio. Con los del equipo de Navarra y aquel chaval de Villava.


Publicado en Diario de Noticias el 22 de julio de 2011.

miércoles, 20 de julio de 2011

Que se investigue

Son ya 112 las denuncias presentadas ante la Fiscalía de Gipuzkoa por los bebés robados. Otros 150 afectados todavía no tienen manera de llegar a la justicia porque no disponen de la documentación básica. Cada día, los voluntarios de Bebés Robados reciben nuevas llamadas de gente –principalmente madres– que sospechan que aquel bebé al que dieron por muerto puede estar en algún lugar tras un tráfico que, de solo pensarlo, provoca escalofríos. Ayer estuvieron en el Obispado y parece que les van a dar facilidades para llegar a los registros bautismales. La Iglesia católica no puede dar ningún motivo para la sospecha. De lo conocido hasta la fecha, desgraciadamente una milésima parte de todo lo que ya se debería saber, hay implicaciones de órdenes religiosas que, no lo olvidemos, realizaban una labor en nuestros hospitales hasta mediados de los 80. La Iglesia debe investigar de manera interna y cuanto antes los casos en lo que han sido señalados. Y la administración pública meterse de lleno en la misteriosa desaparición de legajos de aborto en los juzgados de Donostia antes de 1975. Y la policía que se ponga a investigar de verdad, en serio, con medios y recursos y no dejar, como ha pasado hasta la fecha, que los presuntos afectados se hayan convertido en improvisados detectives privados en juzgados, hospitales y cementerios. Aquí nos estamos jugando mucho por mucho nombre ilustre que aparezca una y otra vez en numerosos casos. Luz, taquígrafos, medios y jueces que decidan investigar en vez de archivar. No nos queda otra si nos queremos seguir llamando sociedad civilizada.

Publicado en Noticias de Gipuzkoa el 21 de julio de 2011

miércoles, 13 de julio de 2011

Desvergüenza

EL martes, Patxi López se reunía con afectados de uno de los mayores escándalos que tiene que afrontar este país en la etapa democrática, el de los niños robados, y aseguraba que les iba a prestar todo su apoyo. Perfecto. Hubiera sido pluscuamperfecto si cuando EB presentó hace poco más de un mes una iniciativa en el Parlamento Vasco para abrir una línea de ayuda económica a los afectados, los parlamentarios que sustentan al señor López en el sillón –es decir, los del PSE y los del PP– hubieran apretado el botón del SI en vez de decir que NO. Estamos en lo de siempre; reuniones, foteros, los de la tele, mucho paripé para vender motos y a la hora de la verdad, la que vale, la de votar, esa en la que no tienes a cuarenta cámaras que reproducen tu discurso de postal, entonces era que no. Y no sería algo de extrañar –lo hacen todos desde tiempos inmemoriales– si no estuviéramos hablando de la punta del iceberg de la mayor desvergüenza que puede tener cualquier sociedad civilizada. No se sabe en que acabará esto pero, si como se presume, estamos hablando de un red –bien por motivos económicos bien por motivos religiosos– que se dedicaba de forma sistemática a decir a madres que sus bebés habían muerto para darlos en adopción –secuestros en vigor, se mire como se mire–, en realidad estamos hablando de un estado tercermundista en el peor sentido del término. Sabemos lo que ocurrió en Argentina y Chile y no estaríamos nada alejados. Aunque cueste asumir todo lo que se está escuchando, hay que ir hasta el final. Y a poder ser en los parlamentos, cuando se deciden las cosas, las de verdad.

Publicado en Noticias de Gipuzkoa el 14 de julio de 2011

sábado, 9 de julio de 2011

Multiculturalidad

Ha sido desaparecer un par de años de la contra de este periódico para coger un poco de aire y me encuentro con Odón desaparecido en combate y el Partido fuera de la Diputación. Que Odón dejase de ser el munícipe por antonomasia y que el Partido no mande en Gipuzkoa venía a ser algo así como que George Bush hijo pida el ingreso en el Partido Comunista de los Estados Unidos. Un Sindios, vaya. Y todo para que se pongan a mandar los de las verdes praderas de Euskal Herria y el bravo Cantábrico que, todo hay que decirlo, a insistentes no les gana nadie. Pero así es la vida, ha acabado de alcalde de Donostia uno que no quería ser de Donostia y va a terminar representando a España en 2016. Solo le falta cantar en la OTI representando al Estado estatal con un irrintzi en plena competición con Wilson Lenin Monteverde, de Panamá, que cantará el tema Yo si que te I love you. En el mientrastanto de los nuevos que entran a mandar porque les votaron más y a la espera de que se cumplan los 100 días para que tomen alguna decisión, vamos a tirarnos un veranito apasionante con el lugar donde se pone la bandera española, si se pone en algún sitio, si quitamos o no el cuadro del rey, si el cuadro en cuestión fue pintado cuando todavía coleaba el invicto caudillo, las mociones del PP pidiendo a los que han ganado que condenen desde la crucifixión de Jesucristo en adelante todo lo malo que haya sucedido a lo largo y ancho del planeta Tierra, a Odón exigiendo que se someta a referéndum popular el color del que hay que pintar las puertas del Ayunta y a los del Partido buscando casa por casa por Tolosa a los que se les olvidó ir a votar el 22 de mayo. Vamos, lo habitual en el terruño. Lástima lo del año pasado. Lo de que le dieran el premio Donostia a Julia Roberts. Lo que daría yo por haberla visto este año mover sus caderas ondulantes al ritmo de la txalaparta en plena kalejira con el alcalde de Donostia, ese barrio obrero de Igeldo, con el fondo musical de Pretty Woman. Para que luego digan que no somos multiculturales.

Publicado en Noticias de Gipuzkoa el 9 de julio de 2011

miércoles, 6 de julio de 2011

Stop a la piratería

Lo soltó ayer algún artista. De confirmarse todo lo que estamos leyendo sobre los tejemanejes de los barandas de la SGAE estaríamos hablando del mayor acto de piratería conocido en este país. Piratería de la de verdad, de la siempre, de la de venga chavales, vamos a ponernos a robar hasta hartar ahora que podemos, de la típica del país de Rinconete y Cortadillo y no de esa otra de la que hablaban en sus campañas. Y no estoy de acuerdo con el todo gratis. No tengo ni idea de bajarme nada por Internet y los trabajos de la gente hay que pagarlos, lo mismo que se paga al fontanero o al carpintero pero estoy hasta las mismísimas narices de los megalobbys que se montan algunos –muchos– bajo el sacrosanto concepto de la cultura. La cultura, como la religión, pertenece a lo más privado de los ámbitos, la llevamos en la sangre, en los genes, en la necesidad imperiosa de crear o admirar creaciones de otros, sea en el campo que sea. Pero bajo el seguro paraguas de la cultura nos encontramos demasiado a menudo con auténticos piratas, con el discurso de postal bien aprendido, con esa insufrible superioridad de quien se arroga una especial sensibilidad, cuando en realidad lo único a lo que son sensibles es al grosor de la billetera. Y no les lleves la contraria, no oses opinar que tal vez sea una absoluto dislate esos miles de millones de ayudas públicas para no se sabe muy bien qué, porque entonces serás desterrado a lo más profundo del pozo con sentencias huecas pero resultonas del tipo de es que no apostáis por la cultura, no tenéis sensibilidad con la cultura. Que jeta tienen... y que incultura.

Publicado en Noticias de Gipuzkoa el 7 de julio de 2011