miércoles, 31 de marzo de 2010

Ciencia

Atlas, gran detector de protones, además del libro gordo ése con todos los países que lo mismo sirve para llenar la estantería que para calzar la mesa que baila, registró a las 13.00 horas de ayer las primeras colisiones de protones a la alta energía prevista de siete Teralectronvoltios, ni seis ni ocho, siete. Y eso no es todo, amigos. Después de llegar a los siete Teralectronvoltios (¿Quién no tiene Teralectronvoltios del siete en su despensa, que diría el de Bricomanía) detectados por Atlas, que ha conseguido la pole position, le han seguido los otros tres, CMS, plata y segundo en detectar, LHCb que se ha llevado el bronce en un discreto tercer puesto y Alice que ha llegado la última, sin ninguna connotación de género, simplemente ha llegado la última pero también ha detectado, que conste. Una vez detectadas las colisiones, las gentes de la Ciencia se han echado al monte para celebrarlo. Para los que cada vez que abrimos el grifo y sale agua flipamos en colores y pensamos que alguno tuvo que pensar mucho y durante mucho tiempo para conseguir eso, historias como las de ayer nos suenan a chino pero nos reafirman en lo mal que está repartido el planeta de las celebridades. Gentes que entregan sus vidas, en condiciones indignas, para lograr pequeños avances que repercuten en el avance de toda la humanidad quedan en el anonimato, mientras que cualquier reducido que ejerce de mangarrán mayor del reino en un plató televisivo es reconocido en loor de multitudes y, lo que es peor, en cuatro programas consigue más pasta que el presupuesto anual de cualquier laboratorio de jóvenes investigadores.

domingo, 28 de marzo de 2010

La 'tedetedete'

Como trataban de explicar Faemino y Cansado en el espectáculo que trajeron a Donostia. La tedetedete ha llegado a mi hogar y me quiero dar de baja y no se cómo. El problema de todas las nuevas tecnologías no es aprenderlas, que yo no las consigo aprender casi nunca, sino abandonarlas. Te pasa con las compañías de móvil que son como el novio pelma, ése que a pesar de que le hayan dicho que se acabó se tira cuatro años sin conseguir asimilar dos palabras tan sencillas como se y acabó. Te pasa en el feisvuk, del que un colega que había escrito cosas inapropiadas y estuvo dos meses sin saber cómo salir hasta que descubrió el botoncito que ponía desactivar la cuenta. Y ahora me pasará a mí con la TDT, que ya la tenía porque me compré una tele de postín, de las de fardar, hace meses, pero yo usaba los canales de siempre, los que controlo, que son malos, pero siempre han estado ahí y son como de casa. El caso es que un día de esta semana me apagaron el sistema normal y he tenido que ir a otro botón para ver la tele y me aparecen el copón de canales que me sintonizó mi cuñado (no sé sintonizar canales ni hablar hebreo, ¿qué pasa?) pero no le dio tiempo, o no lo hizo para descojonarse de mí, a ponérmelos en orden con lo cual me vuelvo loco, la siete sale antes que la uno, aparecen radios en medio, jovencitas dando vueltas a ruletas y una de no se qué de economía que para mí que ha sido la culpable de que se haya jodido la lavadora. Y me da vergüenza preguntarle al vecino, (que tiene 70 años, es duro de oído y pone el Boxeo Izarrak para toda la calle) que cómo cojones se pone eso en orden. Me quiero ir.

viernes, 26 de marzo de 2010

El acoso a Garzón

No voy a entrar en la bondad o maldad de Garzón aunque tengo que reconocer que nunca me han gustado los jueces estrella ni la repercusión mediática que tienen. El mejor juez es aquel del que desconozco su nombre pero que se dedica a aplicar la Justicia con mayúsculas, sobre todo aquella basada en el sentido común y los principios humanistas elementales, aquella que le de a cada cual lo suyo. Lo que no me puede entrar en la cabeza es que un grupo de desocupados de extrema derecha, llámense Falange o Manos Limpias, sean capaces, 35 años después de muerto el invicto caudillo, de echar por tierra una investigación de crímenes del franquismo a través del acoso judicial y el abundante manejo de fondos económicos, que no se sabe muy bien de dónde salen. Si leyéramos que un grupo nazi, prohibidos por otra parte, para en el Tribunal Supremo alemán la investigación sobre algún criminal, nos parecería que estamos asistiendo a un episodio de ciencia-ficción. Es más, eso sería absolutamente imposible. Alemania es un país civilizado. Pero en la piel de toro todo es posible. Y lo que es más preocupante es que la autodenominada derecha civilizada participe entusiasmada en la cacería y sus acólitos con toga se amparen en la madeja de la parte contratante de la primera parte para tratar de mezclar el culo, las témporas, el polvo, la paja, el grano y el trigo. Los ultras, a través de sus señorías, podrán demostrarnos con jurisprudencia encima de la mesa que los elefantes se sostienen encima de las telas de araña. Los mortales sabemos que en el franquismo hubo crímenes que deben ser juzgados.

sábado, 20 de marzo de 2010

Faemino y Cansado

Si no tienen mi fortuna y no van a poder ir, vayan a las páginas 74 y 75 de este periódico y sonrían un rato. Yo voy mañana, al teatro, como los señores. Hasta he pillaú entrada buena, de las que valen algo de pasta, no de las que más pasta valen pero tampoco de las del populacho, ése que se sienta en las andanadas. Y no es por chulería. Es por venganza. Los vi hace más de quince años en la sala Galileo, cuando comía mucha patata por eso de la escasez monetaria, y me tocó palco de barra donde justo los veía. Pero dio igual y hasta me vino bien la barra, para apoyar la birra en condiciones y a mí mismo en pleno ataque de descojono. Eran muy buenos y seguirán siendo muy buenos. Y lo sé sin haberlos visto. ¿Por qué? Por qué son gente de principios y mariconadas las justas (sin ningún ánimo de ofensa a los gays que, los que yo conozco, son los que más utilizan el término pero como aquí cada vez hay más palabras de alto riesgo, pues eso, ellos ya me entienden). Digo que variarán poco mayormente para no defraudarnos a los adictos que nos pasábamos vídeos piratas de ellos como si fueran cocaína y nos aprendimos sus diálogos como los judíos recitan el Talmud en el Muro de las Lamentaciones, y al que no haya leído nunca a Kierkegaard que le vayan dando. Carlos, Rudy (soy un antiguo), bienvenidos a este marco incomparable del Estado estatal y, de verdad, no sois conscientes de lo que supone para todo artista que se precie, y que quiera llegar a algo en esta jodida vida torera, llenar el mismo escenario que llena Pedro Osinaga en Semana Grande. Ni puta idea tenéis, destalentaús.

martes, 16 de marzo de 2010

Los miserables

Y no me estoy refiriendo a la novela que escribió Victor Hugo mirando a Pasajes de San Pedro, según aseguran todo serios los de San Juan. No. Me refiero a todas las derechas existentes que se abalanzan como buitres leonados en busca del cadáver de Zapatero, criticando todas las medidas económicas que propone, aunque ellos las hubieran superado con creces si tuvieran mando en plaza, como han demostrado cuando han gobernado y gobiernan en comunidades, provincias, territorios, municipios, poblados y aldeas. Zapatero no ha sido ni es santo de mi devoción, pero escuchar criticar lo de la jubilación a quien sabes que te tendría pringando hasta los 70 resulta, cuando menos, curioso. Son como el boxeador cutre que cuando el rival ya está noqueado sigue tratando de darle golpes frente a ese otro señorial que deja elegantemente que busque grogui la esquina. Ahora resulta que ellos ya sabían que iba a pasar, aunque no lo dijeron, y, por supuesto, saben cuáles son las recetas para salir, las suyas. Pero que actúen así los políticos de todas las derechas que tenemos es hasta lógico, forma parte del tinglado diario y nadie de sus votantes les va a pedir cuentas. Lo que no tiene ni medio pase es que los empresarios de verdad, que los hay y muy buenos, den pábulo a los propietarios camuflados como empresarios y sean incapaces de poner coto a tanto mediocre económico de cuello blanco. Que la presidencia del empresariado español la ostente el tal Díaz Ferrán es un insulto, no para los trabajadores, sino para los empresarios de verdad. Que lo echen.

sábado, 13 de marzo de 2010

El Madrid del Norte

Sobraús andan en los aledaños de la ría. No me extraña, motivos tienen. Una crisis de mil pares de cojones, 120.000 currelas en la colas del Inem y 55 milloncitos de nada para un nuevo campo de fumbo, a costa del erario público, que parece que va a ser el asombro de las naciones más avanzadas y organismos internacionales. Y eso sí, quien ose levantar la voz es un aldeano acomplejado, como si soltar 55 kilos ahora para un club de fútbol (el Athletic es eso, un club de fútbol y no el club de fútbol) fuera una mindundez y cosa de chichinabo. Los que pertenecemos a los equipos que sufrimos el imperialismo del Norte, cuando leemos 55 millones para el club de los ojeadores de infantes vascos, leemos en realidad que van a tener 55 millones más para los traslados masivos vía talonario de nuestros jugadores a orillas del Guggenheim, una de las dos cosas por las que se conoce a Euskadi en el mundo según el ilustre señor diputado general de aquel histórico territorio. La otra es Bilbao y me ahorro el chiste. Es lo que tenemos los acomplejados que somos muy básicos y solemos ir a lo fundamental, 55 millones de todos para unos en concreto. Ya sé yo que en catorce meses volvemos a las urnas y voto ser voto que diría Bujadin Boskov. Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, desde esta aldea de acomplejados no estaría de más recordar a los barandas de nuestro territorio hermano que Urdaibai es una reserva natural y que plantar ahí un museo del copón (con dinero acomplejado, por supuesto) pega lo mismo que a un Cristo dos pistolas. Saludos y suerte en el Molinón.

¡No me mate a la milana, señorito Iván, por sus muertos!

Cuando los apologetas de José María Aznar trataban de vendernos la imagen del ex presidente como la de un sobrio castellano se me revolvían las entrañas. No por el intento de convertir en verdad la mentira mil veces contada, sino porque en mi imaginario personal la sobriedad castellana, la sobriedad de la dura meseta tenían desde hace mucho tiempo un nombre asignado, el de un vallisoletano de bien, un sabio de la sencillez, un buen tipo que nos dejó ayer y con ello más huérfanos a los que pagamos las facturas juntando letras. Una sabiduría y unos principios no alardeados sino demostrados, no pregonados sino escritos. Esa sobriedad castellana de un resistente interior que nunca elevó la voz para defender lo que defendía únicamente con su pluma. Un amante del trabajo bien hecho, de la importancia de la cultura y del conocimiento para generar conciencias duraderas, no de las del grito en la manifa a la edad que toca. Y, cómo no, alguien que fue capaz de llevarnos hasta el mismo estremecimiento con ese retrato descarnado y brutal de la Castilla caciquil reflejada en Los santos inocentes. Una novela deliciosa que tuvo la fortuna de encontrar a Mario Camus para llevarla a la gran pantalla y éste, a su vez, de convencer a Juan Diego y Paco Rabal, entre otros, para interpretarla. Para todos los que la vimos, Azarías, Paco el Bajo, Régula o La Niña Chica forman parte de nuestras conciencias. Es muy difícil que nunca jamás un acto de violencia suprema como el estrangulamiento del señorito Iván fuera celebrado con semejante júbilo por lectores y espectadores. Aquella Milana, bonita nos llevó a las entrañas de un pasado oscuro contado con exquisitez por un sobrio castellano que, como dijo ayer Pepe Sacristán, era "de esos que no cabe en un kilo".

domingo, 7 de marzo de 2010

La fábrica de sueños

Era un tipo viejo, rechoncho, calvo, tirando a gordo, que no pintaba nada en el imponente Dorothy Chandler Pavilion de Los Ángeles, infectado de mujeres espectaculares, hombres de anuncio, glamour y esplendor. Era la entrega de los Oscar de 1983. Aquel tipo desgarbado cruzó por los pasillos que llevaban al estrado sin atraer la atención de nadie, ni siquiera de las cámaras ocupadas en los planos de las celebridades. Subió al estrado (creo que le daban un premio o daba él uno, no recuerdo) y se plantó con una sonrisa de oreja a oreja delante del micro mientras el personal le miraba sin reconocerlo, esperando que alguien explicara qué pintaba aquel espontáneo en una reunión de rostros mil veces retratados. Y aquel tipo rechoncho, calvo y entrañable se acercó al micro y dio las buenas noches. Sólo dijo buenas noches y la sala se vino abajo. Las gentes del cine se pusieron en pie como sacudidas por un resorte y aplaudieron a rabiar, en su nombre y en el de los que no podíamos estar allí, al viejillo que reía satisfecho, que disfrutaba con una sonrisa de esas que sólo tienen los que han dedicado toda una vida a hacer soñar a los demás. Lo sabían las celebridades que aplaudían, gritaban, silbaban, pateaban y taconeaban ansiosas, tratando de devolver en pocos minutos todo lo que habían recibido de aquel sujeto que les miraba con ojos de niño feliz, saboreando divertido el reconocimiento merecido. Hoy me tumbaré largo en el sofá para ver en la tele a los que fabrican sueños y olvidarme así de los que fabrican humo a diario. El tipo era Clarence Nash, la voz del Pato Donald.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Edurne, disfruta

Lo primero volver todos, lo segundo volver amigos y lo tercero hacer cima. Las tres cosas y por este orden, Edurne, aunque tú sabes mejor que nadie los tres sagrados mandamientos que tenéis como Biblia los que un buen día decidisteis llevar una vida de libertad plena en la montaña. Y ya sé que los periodistas damos la paliza con lo de ser la primera mujer que sube los catorce ochomiles. No nos hagas caso, no somos gentes de fiar, los periodistas. Por aquí, si eres la primera, brindaremos con champán, si eres la segunda, también y si eres la Edurne Pasaban que subió sólo doce o trece ochomiles brindaremos igual de contentos. La cuestión es que seas la Edurne Pasaban que dentro de 30 años se vaya a disfrutar de un precioso día de primavera al Txindoki. Lo demás, carnaza para la canallesca, que está bien, pero tiene el valor que tiene, infinitamente inferior a tu decisión de convertir el reto a la naturaleza en tu particular oxígeno para hacer más digno este valle de lágrimas. Suerte en el Shisha Pangma y mucha más en el Annapurna, que ya sabes lo cabronazo que es ese jodido monte. Y si pasas cerca de donde se quedó Iñaki, acuérdate de removerle un poco la nieve a aquel destalentaú, de comentarle que lo del orfanato para los chavales de Katmandú va viento en popa y más desde que El Pep Guardiola pone vídeos suyos a los del Barsa, él se descojonaría de la risa, y ya de paso dile que se le echa de menos. Volved todos, volved amigos y haced cima. No lo olvides y disfruta como una enana. Ya nos contarás.