jueves, 21 de agosto de 2008

China lo gana todo

Menos mal que lo de la pelota vasca como deporte olímpico se quedó en aquel guiño de Barcelona 92 como deporte de exhibición y no pasó a mayores. Porque pensarán que sería una gran oportunidad para una buena cosecha de medallas vascas, pero yo estoy pensando más en la realidad que nos hubiera esperado en el Euskal Jai de Pekín. Hua Sin Yen y Ho Min Yu, naturales y vecinos de la muy pelotatzale provincia de Qinghai, hubieran dejado en cuatro a la pareja fornada por Martínez de Irujo y Oinatz Bengoetxea, haciéndoles 17 tantos de saque. Hua y Ho no sabían que existía la pelota hasta hace cinco años cuando las autoridades de la muy popular república de China decidieron que iban a pasar los cinco siguientes viviendo en una tienda de campaña a la altura del pasa de algún frontón que habrían construído en una semana con unos 100.000 voluntarios-currelas. Hubiéramos flipado en colorines pero hubiera sucedido más o menos así, con lo que es infinitamente mejor que la madre de todos nuestros deportes no esté en la cita olímpica. Estos tipos montan una trainera y en la regata de La Concha ponen la baliza de la ciaboga a la altura de Orio sólo para ellos, vuelven y todavía le sacan tres botes a La Marinera. Y todo esto a cuento de que está muy bien ser una potencia deportiva descomunal, que es lo lógico en un país de sus dimensiones, pero tal vez no a costa de crías de 13 años que se suicidan porque no pueden aguantar los ritmos de entrenamiento ni la presión patriótica que se les exige. Así no merece la pena ni una sola medalla.

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