sábado, 27 de octubre de 2007

Tetas con label

Pensaba que mi capacidad de asombro había quedado aniquilada tras los episodios del primo de Rajoy y, sobre todo, de su cuñado que con un curriculum en donde pone textualmente "avanzado conocimiento de word" y nivel de inglés "intermedio" (que es lo que se pone cuando no tienes ni idea) consiguió gestionar una empresa pública que manejaba más de 100 millones de euros. Pero no, mi capacidad de asombro vive, todavía, gracias a las tetas de las señoras parlamentarias de Vitoria-Gasteiz, ande se hace la ley. El desparpajo de la clase política está adquiriendo tintes bíblicos. Resulta que sus féminas señorías tienen acceso a mamografías con dinero público por el hecho de ser señorías. Hasta ahí, un privilegio más, sin más. Pero claro, el caso adquiere tintes de despropósito mayúsculo cuando esas mismas señorías de pechos bien seguros alzan sus manos en contra de que ese mismo dinero público que escruta sus tetas no pueda ser utilizado con el mismo fin para la panadera de Ordizia, la currela de la CAF en Beasain, la abogada de Hondarribia o la cajera de Irun. Simplemente, acojonante. Ante la noticia, raudas y veloces, emiten un comunicado en donde aclaran que no, que sólo tienen una revisión rutinaria ginecológica y, en función de ella, acceden o no a la mamografía. Gasto tanto en ginecólogos como en comprar La Razón pero, raudo y veloz, pregunto a mis compañeras si ellas, como sus señorías, tienen revisión rutinaria ginecológica por la patilla. Se descojonan. Me lo temía. Sus señorías, por tratar de arreglarlo, la cagan por completo. Lo más sorprendente de todo es que en las próximas elecciones, el Partido del Cannabis no saque 200.000 votos.

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