miércoles, 2 de noviembre de 2011

Fuera caretas

Aunque todos lo sabíamos, se agradece la claridad. Ya se sabe, las cosas claras y el chocolate espeso. Ha sido que Papandreu mencione la palabra referéndum –es decir, que el pueblo opine sobre la situación más grave que ha vivido el país helénico en décadas– y saltar todas las alarmas mundiales al unísono, las alarmas de verdad, las de la dictadura del dinero. Por eso se agradece, ya sin caretas, que los que en tiempos de vacas gordas trataban de engañarnos de mala manera con la democracia selectiva, cuando vienen mal dadas no se cortan ni un pelo y bramen sin vergüenza que “democracia, la justa”. Lo sucedido con el referéndum griego me recuerda mucho al primer viaje que Bill Clinton realizó a China como presidente estadounidense. Viajó a inicio de la apertura china con decenas de empresarios. En el avión, alguien le apuntó a quien había llegado a la Casa Blanca con el discurso de los derechos humanos que tal vez tendría que mencionar los derechos humanos en su discurso con el presidente chino. El motín que se organizó en el avión entre los empresarios, que iban a lo que iban, fue de tal magnitud que el presidente que ganó a Bush padre por los derechos humanos no menciono ni una sola vez los citados derechos en el país del planeta que más se vulneran. La doble moral, el doble estomago y la doble contabilidad dominan el mundo. Pero es de agradecer que al menos ahora hablen alto y claro. El día 20 votaré al Partido Pirata, que prefiero a los que se ponen parche en el ojo que a los que nos la meten doblada para después solo poder decidir que grupo toca en las fiestas patronales.

Publicado en Noticias de Gipuzkoa el 3 de noviembre de 2011

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