viernes, 1 de octubre de 2010
Trabajadores disponibles
En Cuba no hay parados, hay trabajadores disponibles. ¡Qué barbaridad!, ¡qué cinismo!, tronarán las mentes preclaras de nuestra patria economía. Pues si, bastante cinismo es el que rige bajo los dominios de Fidel pero aquí no nos quedamos muy a la zaga en cuanto a la sistemática manipulación del lenguaje, que nunca es inocente. Aquí no les llamamos trabajadores disponibles pero a partir de que entre en vigor la nueva agresión a los derechos laborales, los propietarios, que no empresarios, dispondrán de los trabajadores básicamente como les venga en gana, que viene a ser casi como parecido. Aquí vamos camino de los cinco millones de trabajadores disponibles porque dicen los de las asociaciones de propietarios que no hay trabajo. Mienten, como acostumbran. Trabajo hay prácticamente el mismo, lo que ocurre es que es mucho más rentable que lo hagan entre menos porque así sale más barato. La economía es bastante menos complicada de lo que nos quieren hacer creer los gurús de la cosa de los dineros para que no nos metamos en sus decisiones. Aquí lo que nos estamos encontrando son trabajadores ultradisponibles en todas las empresas haciendo por el mismo dinero el trabajo que antes hacían sus antiguos compañeros, que han pasado a ser trabajadores disponibles en el argot cubano. Y a mí no es que me importe mucho, siempre y cuando al cumplir con mi jornada anterior a la primera revolución industrial me estuviera esperando el malecón de La Habana y sus sugerentes mulatas.
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