jueves, 30 de septiembre de 2010
La trama vasca
UMMMM... estaba cantado, estoy hay que seguirlo e investigarlo como se merece, Pedrojota. Resulta que José Luis López Cerrón iba camino de Pau cuando recibió una llamada del cocinero del Astana para que parase urgentemente a comprar carne, que los chavales txirrindularis estaban encabronados porque no comían bien en el hotel en el que les habían puesto los del Tour. Dicho y hecho. López Cerrón, que en esos momentos trataba de apagar a cabezazos el GPS perdido entre las obras de la A-8, el Segundo Cinturón, la Autovía del Urumea y el peaje de Biriatu, se hizo a un lado y, ¡Eureka!, apareció en Irun, dejando el bar Faisan a su derecha y, callejeando callejeando, entró en una carnicería, compró solomillo en condiciones, lo llevó a Pau, se lo tapiñó Contador de un bocado y el vencedor del Tour de Francia acaba de dar el enésimo positivo de un mundo que cada día que pasa va perdiendo a borbotones la poca credibilidad que aún le quedaba. Positivo por clembuterol dicen que han dado el bueno de Contador. Muchas preguntas surgen del sospechoso viaje. La primera, muy evidente. ¿Conducía una Kangoo López Cerrón? Eso sería muy grave y prueba evidente de la conexión vasca para dinamitar los éxitos deportivos españoles del pasado verano. La segunda pregunta también se cae por su propia peso. ¿Que comió Iniesta el 11 de julio de 2010? El cocinero de la selección es vasco y no sabemos si frecuenta o no la carnicería de Irun. Aquí hay muchos puntos por aclarar, de forma urgente, antes de que no tenga más remedio que tomar cartas en el asunto la Audiencia Nacional.
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