Lío en el área

Cuando escribo estas líneas estamos exactamente en la congelación del cheque-bebé a los jubilados contributivos que no sean funcionarios, siempre y cuando no estén cobrando un subsidio de dependencia, ni tampoco dispongan de rentas altas, todo ello a expensas de que el líder autonómico de turno –los lehendakaris, vamos– no le de la vuelta y decida conceder el cheque-bebé a los dependientes que ya hayan cobrado la jubilación congelada y tengan una prima funcionaria que cotice en el tramo bajo, que creo que es el caso de mi prima Lola, que estaba opositando a cheque-bebé pero que decidió dejarlo el día que se enteró que le bajaban el sueldo sin haber sacado la plaza y es que ella está estupenda con cualquier trapo, pero gilipollas como que no. Lo único claro de todos estos últimos días de desbarre continuo es que no es recomendable ser el encargado de Comunicación del Gobierno y la aspiración vía nasal de sustancias adictivas al mismo tiempo, porque corres el riesgo de liarla parda, como la del vídeo de Youtube. Nueve días después de anunciar que la factura de los bancos la iban a pagar los que también tienen que pagar todos los meses a los mismos bancos, aquí ni Dios sabe nada pero todo Dios sabe quiénes serán los paganos, una cuestión de pura memoria histórica. Aunque bien pensado, el diseñador de estrategia comunicativa igual es un lince y nos tiene así 22 días más, exactamente hasta el momento en que empiece a rodar el pelotón en Sudáfrica. A partir de ese momento, pasan desapercibidos hasta los fusilamientos al amanecer. Maradooo, Maradooo, Maradoooo...