sábado, 19 de agosto de 2006

'Harry El Sucio'

Vaya por delante que mis simpatías por todas las monarquías bananeras del planeta, que lo son todas por el hecho de existir, se reducen al día de su abolición, un día grande para cualquier pueblo en donde sus nativos pasan de la noche a la mañana de súbditos a ciudadanos, lo cual no es cuestión baladí. Pero reconozco que me fascina la británica por los personajes que la pueblan, dignos de cualquier película de Cuerda con Luis Ciges de secundario. Esos mayordomos que largan en la tele cual Koto Matamoros, esas reinas madres que no han bebido el té sin licor en su jodida vida, esos príncipes herederos que eligen a la más fea... Pero en el top-ten actual está el bueno de Enriquito, Harry el Sucio, que le ha pegado un repaso al real protocolo que ríete tú del Cojo Manteca. La última por meter mano sin ningún tapujo a una colega que tiene cara de alucinar en colores mientras su hermano Guillermo le cubre la retaguardia beodo hasta las orejas, inmensas éstas por cuestiones obvias. No tienen desperdicio. Pero claro, igual es que la royal family británica es así porque en la pérfida Albión está permitido contar las reales andanzas sin miedo a tener que enfrentarte al Código Penal, como sucede en esa otra monarquía bananera que linda con las repúblicas de Francia y Portugal. Dicen ahora que la mamá de Doña Leonor anda a limpia indirecta con su señora cuñada. Yo, y mis 200 camaradas, desde el mismo día del enlace (estos no se casan, se enlazan), tenemos muchas esperanzas puestas en la santa esposa del Borbón txiki para volver a cantar el Himno de Riego.

Publicado en Noticias de Gipuzkoa del 19 de agosto de 2006

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