C'est fini

Ánimo chavales, que hoy a las 12 de la noche les callan la boca por ley a los vendedores de humo. Aunque no deis crédito, ya no volveremos a ver la vigésimo quinta foto de ZP con los artistas del canon y Marianico no volverá a contarnos la vida pija que le espera a su niña si él llega al poder (¿A dónde la ibas a llevar a vivir? ¿A Disneylandia?). Además, ten cuidado Mariano, que ya sabes que si pretendes darle semejante vida a tu criatura, lo habitual es que se acabe rebelando e igual se te acaba marchando de puta a Barcelona... que no será la primera. Pero bueno, una campaña más hemos sobrevivido con dignidad cristiana. Por cierto, hasta el integrista Rouco se ha empapado de la moda política y dio una rueda de prensa sin preguntas cuando fue elegido capataz del Vaticano en la piel de toro. Un hombre de la iglesia, capaz de hablar más que el camarada Fidel, y da una rueda de prensa sin preguntas. Lo que hay que ver. Aunque en esto, los culpables somos nosotros, los periodistas, por quedarnos. La única pena que me queda es que la alcaldesa in pectore de Lizartza no haya subido a George Bush al balcón de las delicias, que era lo que esperaba yo en esta campaña visto el ritmillo que había cogido desde que la nombraron emperadora del lugar. Pero bueno, quedan unas cuantas horas y no hay que desfallecer, Regina. Y a pesar de todo, iré a votar por dos poderosas razones. Para que haya un voto más que no pertenezca al entramado PSOE-PP (no me pregunten a quien porque todavía no lo sé) y porque los muchachos de las capuchas me han pedido que no vaya. Así que iré y votaré... aunque sea a Bríos.