sábado, 12 de enero de 2008

Economía doméstica

Que el mundo está loco ya lo cantaba algún tanguero de cuyo nombre no me acuerdo y no tengo tiempo de ir a Google. Pero lo del putero polaco supera lo previsible. Resulta que se fue a un garito de señoritas que fuman en exceso y cuando le presentaron al objeto de su deseo, resulta que era su santa esposa, de la que creía que llevaba 14 años trabajando en una pequeña tienda, o al menos eso le decía ella a él. Hubiera dado una mano, que no fuera la mía, por haber oído la conversación. ¿Qué haces tú por aquí, cariño? Pues ya ves, tesoro, metiendo en la cuenta común lo que tú vas sacando. Y es que eso es un ejemplo de equilibrio en la economía doméstica. Lo que se gasta el maromo, vuelve a la caja común vía mujer y al final, los dos relajaditos, diga lo que diga la Santa Madre Iglesia. Y hablando de integrismos. Dice el brazo político del Vaticano, los del Partido Peligroso, que van a crear un Ministerio de la Familia si hace trampas y gana en marzo. Vamos a ver, Marianico. Mi padre (varón) se casó contra mi madre (mujer) años ha. De esa santa unión nacieron tres churumbeles, el mayor de los cuales (hembra) rivalizó con mi cuñado (macho) y fruto del amor, y de otras cosas, tuvieron, y tienen, otros tres churumbeles (varón grande, varón mediano y varón pequeñito). El pequeño de los churumbeles (maromo) de los mencionados en primer lugar ronca junto a su novia en santo pecado y quien suscribe sobrevive como le dejan. Por 10 votos a cero de esta familia ejemplar (todos bautizados) hemos decidido, Marianico, que si ganas, crees algo que sirva para algo, mayormente. Mila esker.

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