sábado, 8 de julio de 2006

Uno y trino

Vaya por delante mi no religiosidad convicta y confesa, que no se debe confundir con el ateismo ni el agnosticismo (es más, soy creyente) ni por supuesto con ser antirreligioso, asunto que tampoco practico ni comparto (conozco demasiada buena gente con profundas creencias religiosas que respeto, admiro y, en ocasiones, envidio por lo que supone de apoyo para ellos en esos momentos complicados que todo Dios tiene en esta vida torera). Pero no formo parte del club. Sin más. Mi escepticismo ante cualquier institución que supera la docena de personas es enfermizo. Y si ésta ha durado más de 2.000 años perseverando una y otra vez en el error, rectificando siglo sí, siglo también, el escepticismo se torna en patológico. Aunque, lo reconozco, muchas de las cuestiones que plantea la Iglesia católica las considero absolutamente sobrenaturales, del más allá: por lo surrealista de los planteamientos, fundamentalmente. Andan liados los curas estos días, además de con el enfermizo monotema de las cuestiones sexuales (2000 años de derrota en derrota hasta la derrota final), con el tema de la unidad de Ejpaña, que diría Bono. Algunos prelados, hay excepciones, aseguran que España sólo puede ser una, grande y libre, pero Dios, eso sí, puede ser uno y trino al mismo tiempo. ¡Ayyyy, señor, señor, ¿Por qué les abandonaste? Es que a mi lo de la Trinidad me ha impresionado desde niño y sigo sin pillarlo. Por eso no voy hoy ir a Valencia a lo de las familias. Millón y medio dicen que van a estar. Yo voy a otra reunión con, más o menos, el mismo número de fieles en familia. Me voy a Iruña que es San Fermín.

Publicado en Noticias de Gipuzkoa el 8 de julio de 2006

No hay comentarios:

Publicar un comentario